Pasados unos años se me presentó la oportunidad de conocer otro maravilloso instrumento: la Viola.
Desde entonces los dos forman parte de mí, y si tuviera que elegir uno no creo que pudiera.
Ambos se complementan y, de hecho, la viola me hace comprender mejor el violín y viceversa.
Al ser instrumentos similares pero aun así diferentes puedo llegar a entender aspectos que si solo tocase uno de los dos jamás me habría planteado.
Tanto el violín como la viola me han brindado experiencias y oportunidades increíbles, y estoy seguro de que seguirán haciéndolo.
Siempre le estaré agradecido a la persona que me brindó esta oportunidad, que fue, paradógicamente, mi profesor de Violín: Luis Álvarez Montero.
En 2017 terminé el Grado Profesional de Violín con Premio Fin de Grado y en 2018 terminé el Grado Profesional de Viola, igualmente, con Premio Fin de Grado.
Durante este tiempo he tocado en varias orquestas y agrupaciones, y he aprendido mucho de todas y cada una de ellas.
Cierto es que hay una que me aportó una gran cantidad de cosas buenas, no solo por las obras que preparamos y tocamos, que fueron muchas, sino por la cantidad de tiempo y vivencias que pasé junto al resto de compañeros desde su formación:
Il Violinatti. Una agrupación en la que dedicamos muchas no, muchísimas horas al estudio, y que, como no podía ser de otro modo, dio sus frutos: una música maravillosa, la oportunidad de llevar la música con nosotros allá donde fuésemos y una gran complicidad con el resto de integrantes del grupo.
En 2018 terminé el Primer curso de Violín en el
Real Conservatorio Superior de Música de Madrid (RCSMM) y a la vez realicé la prueba de acceso para Viola al mismo Conservatorio quedando en segunda posición. A pesar de ello no pude comenzar mis estudios con el segundo instrumento porque al estar estudiando ya violín, tenían preferencia el resto de alumnos que aprobaron. Tampoco me resultó posible iniciar las clases en otro centro porque desde desde ese año cambió la ley y ésta lo impide.
A pesar de todas las trabas que salieron en el camino, me negué a abandonar la Viola, poniéndome otro tipo de metas diferentes a las académicas, como conseguir entrar a la Joven Orquesta Nacional de España
(JONDE)
en marzo de 2019, ya que publicaron que habría pruebas de viola en ese momento.
Pese a tener que estar centrado en mi violín, con el cuál estaba cursando ya el segundo año de superior, conseguí acceder a la JONDE
con la viola.
En octubre de 2019 la Joven Orquesta de Aragón (JOA)
convocó pruebas de acceso. Me presenté con violín y viola fui admitido con ambos.
Unos días después me presenté a las pruebas de acceso para la Gustav Mahler Jungendorchester (GMJO)
con viola y conseguí acceder a la lista de reserva.
Poco después, en diciembre de ese mismo año, la Joven Orquesta de la Comunidad de Madrid (JORCAM)
convocó pruebas. Igualmente me presenté con ambos instrumentos y fui admitido.
La última prueba de acceso a una orquesta que he realizado fue en marzo de 2021, cuando la JONDE
convocó pruebas para violín. Conseguí acceder, figurando actualmente como miembro de violín y de viola.